El Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) afecta a la
capacidad de una persona de concentrarse en su trabajo o en un proyecto y
conseguir llevarlo a cabo. En una persona con TDAH la atención tiende a
dividirse, haciendo que esas personas tengan la sensación de estar sólo
“mareando la perdiz”.
El mes pasado expusimos algunas estrategias que no funcionan en adultos con TDAH. Este mes los
expertos nos cuentan estrategias inútiles para niños con TDAH. Algunas de estas
ideas no sólo son ineficaces; pueden, además, exacerbar los síntomas o impedir
los avances.
Seas padre, madre, familiar o profesor de un niño con TDAH, aquí
puedes ver lo que no funciona –y algunos consejos que sí lo hacen.
Estrategia inútil Nº 1: Atribuir el TDAH a falta de
motivación
Existe la creencia de que los niños con TDAH son perezosos o no quieren
esforzarse; nos lo dice el Dr. Mark Bertin, Pediatra Especialista en Desarrollo
Conductual y autor de “The Family ADHD Solution”. “Hay un mensaje sutil –o no tan
sutil– de que, si se esforzasen más, o simplemente se organizasen, todo iría
bien”.
Sin embargo, el TDAH “no tiene más relación con la voluntad que un trastorno
de aprendizaje, una discapacidad física o incluso el asma o la diabetes.” El
TDAH afecta a las funciones ejecutivas, lo que hace difícil controlar los
impulsos, organizarse, prestar atención, planificar y gestionar el tiempo.
De hecho, muchos niños con TDAH se esfuerzan más que sus compañeros.
“Seguramente, tanto los niños con TDAH como sus padres terminan agotados por el
esfuerzo casi constante que realizan para contrarrestarlo”.